Un
amor que se podría describir con palabras, pero que solo puede sentirse.
No es
un amor que por una pelea puede acabar, claro que no.
Este amor, nace contigo con tu ser, con lo más limpio y puro que puede
haber.
Es el
amor de hermanos.
Cuantas
peleas, cuantos gritos y tiradas de objetos, cuantas contradicciones, tantas
cosas pueden pasar entre hermanos, pero el amor nunca acaba.
Días
sin hablarse, sin mirarse, sin decirse hola o adiós. Solo por el orgullo.
Pero
claro, así también cuantas risas? Dilo, ¿cuántas risas? ¿Cuántas trampas? Esos chistes que solo tú y tu hermano saben.
Aquí
suele suceder que la complicidad es única. Pero es lo más bonito.
Un
hermano es único, sabes que puedes contar con el. Sabes que tu hermano siempre
esta.
Que
te escuchara, que te ayudara, que te amara por sobre todas las cosas.
El no
te juzgara a menos de que sea lo correcto.
Te
retara, pero solo si es por tu bien.
Tu
hermano es tu hermano. Pasen los años, pase la vida.
Un
abrazo de él puede ser a veces el único remedio que necesites. Quizás a veces
solo el te comprenda.
Si yo
se, tu hermano suele ser muy molesto, y no se cansa de molestar. Lo quieres
matar.
Pero
el te necesita, así como tu a el para el crecimiento interior. Porque llego a
tu vida, o tu a la de el. El/ ella te cuidara, te amara.
Es un
amor incondicional. No lo olvides, Perdona a tu hermano, abrázalo y dile cuanto
lo quieres.
Un
hermano es sangre. Es oído, es vida, es cuerpo y alma como tu.
Te
necesita. Te ama. Óyelo, comparte con el.
Sean felices!
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